Nosotros

Hay un sin número de arpistas, que han hecho esfuerzos por mantener viva la cultura del arpa en todo el territorio veracruzano y mas allá de nuestras fronteras.
Muchos de los ejecutantes se han iniciado en la música de manera empírica, a través de la práctica con amigos o familiares que han hecho las veces de maestros transmitiendo sus conocimientos y haciendo perdurar hasta la fecha la ejecución de este instrumento.
La clara necesidad de fortalecer la identidad cultural del veracruzano, se fundamenta en el estado actual de este panorama, que cada vez está más influenciado por la intervención de los ritmos comerciales modernos que se posicionan en los gustos, sobre todo en las generaciones más jóvenes, y se incorporan con la permanencia que dictan las tendencias de los medios masivos de comunicación y las grandes casas productoras de música, en cuyos planes de ejercicio hay poco o nulo espacio para la proyección de música tradicional.

La UNESCO (1982) señala que “proporcionar a todos los hombres la oportunidad de realizar un mejor destino mediante la expresión de cualquier manifestación cultural supone mejorar el ritmo del desarrollo”, es por eso que se plantea el mejoramiento profesional como eje fundamental de desarrollo de los músicos jarochos, pero también la educación y formación del pueblo en general que se interesa en las manifestaciones culturales buscando en ellas una posibilidad de crecimiento personal y de bienestar social. La realización de los talleres para niños, jóvenes y adultos en La Casa del Arpa, ha permitido generar un movimiento folklórico muy importante en la región, que involucra a familias enteras, así como a la sociedad en general, al realizar multiples actividades demostrativas de los avances de nuestros alumnos.

Ante una sociedad cada vez más polarizada y ante el embate de la música comercial por radio, televisión e internet al que los niños cada vez y con más frecuencia tienen acceso, estos esfuerzos y estos espacios son de suma importancia tanto para la educación y la integración de nuestros niños a la comunidad como para la pervivencia de nuestro folklore en las futuras generaciones. Ofertamos talleres y mantenemos actividades que promueven la cultura, la tradición y el esparcimiento entre los habitantes de nuestra comunidad, en un espacio que fomenta la convivencia. Con un amplio sentido social y trato humano, hacemos comunidad.